martes, 31 de mayo de 2011

La historia de Job.

Job vivió al este del río Jordan hace mucho tiempo. Job era un hombre estupendo, fue bendecido con 10 hermosos hijos, una esposa maravillosa y muchos amigos. Era un hombre devoto, alimentaba a los pobres, un hombre de los más honorables, todos los días le rezaba a Dios.
Pero un día, Satanás subió al cielo y habló con Dios. Dios le dice a Satanás:
-¿Has visto a Job? Es un bueno hombre, reza todos los días.-

Y Satanás dice:
-¿Ah, si? Solo te reza porque le has dado muchas cosas, si no le dieras nada maldeciría tu nombre.-

Bonnat02.jpg
Y Dios responde:
-¿Ah, si? Te equivocas Satanás, te dejo que le quites a Job todo lo que le he dado y verás como seguirá adorándome.-

Y así, Satanás hizo que un grupo de bárbaros asesinaran a los burros y a los empleados de Job con su propia hoz. Después Satanás envió rocas de fuego que hizo que mataran al resto de los amigos de Job y mientras su familia estaba cenando y Satanás hizo un viento terrible que los mató a todos. Además a Job le castigó con la sarna. Job estaba muy triste pero aun así se arrodilló y dijo, "lo que da el señor, el señor lo quita". Job siguió sufriendo a pesar de que todos a su alrededor murieran, pero siguió rezando.

Dios le dijo a Satanás:
-¿Lo ves? Te dije que Job seguiría adorándome.-

¿Por qué un Dios aparentemente bueno permite el sufrimiento de un hombre honrado solo para demostrárselo a Satanás como si fuera una apuesta?

Si queréis saber más sobre esta historia os recomiendo buscar acerca de ella. Os dejo un enlace http://www.secretia.com/2007/09/09/job-el-libro-mas-misterioso-de-la-biblia/

¿Por qué me preocupo de la democracia si no tengo voz ni voto?


Voz sí que se tiene, lo que no se tiene a nuestra edad es voto, el por qué de que no podamos votar es un tema que tiene que ver con la edad a la que se nos considera maduros y lo suficientemente responsables para votar.
           
Volviendo a que sí tenemos voz, nuestras voces son las que hacen que la democracia pueda cambiar, un ejemplo es el 15-M ya que hay gente que sin poder votar porque son menores han ido y se han manifestado para intentar mejorar la situación en la que vivimos.

Por otra parte es verdad que al no poder votar creamos que no podemos cambiar las cosas. No es un pensamiento demasiado equivocado, lo que podemos hacer sin voto es quejarnos, manifestarnos, es decir, intentar que nos hagan caso para conseguir nuestros objetivos. Con lo mencionado antes, es lógico pensar que hay  pocas personas dispuestas a intentarlo y es cierto. Algo que afecta a personas de una edad menor a 18 años no importaría a mucha gente mayor que ellos. ¿Qué habría que hacer?¿Esperar a ser mayores de edad y dejar el problema a los menores?

            La democracia es algo que nos afecta a todos, si todos han sido perjudicados por determinadas impertinencias que no nos benefician sino que nos perjudican, la opción más sensata sería la de pensar que podríamos ayudar manifestándonos y es una buena opción. Pienso que no tener derecho a voto no limita las cosas para producir un cambio y también pienso que hay muchas cosas que se deberían cambiar, pero lo que es bueno para uno no lo es para otro. ¿Se podrá vivir en una democracia perfecta? 

domingo, 3 de abril de 2011

La flor roja con el tallo verde

Un niño iba por primera vez a la escuela. Estaba muy emocionado. Sus primos le habían contado que la escuela era muy grande y que se hacían muchas cosas divertidas.

Cuando entró por la enorme puerta principal, pudo constatar que, en verdad, la escuela era grande, pero no tan grande como la había imaginado.

Luego de hacer la formación por fin llegó el momento de conocer su aula. Era un lugar mágico. En las paredes tenía dibujos que representaban un cuento de hadas o algo así. De pronto llegó la maestra al salón y dijo:

- Hoy vamos a dibujar- al niño le pareció muy buena idea ya que él sabía dibujar muy bien. Podía pintar casas, gatos, perros, niños y niñas y en ese momento la maestra agregó- Vamos a dibujar flores.

El niño se sintió feliz porque a él le gustaban mucho las flores y entonces empezó a dibujar: pintó una flor con el tallo azul y los pétalos amarillos con lunares rojos. La maestra vio su dibujo y le dijo:

- Así no son las flores - se dirigió al pizarrón y dibujó una flor con el tallo verde y los pétalos rojos. Al niño le gustaba más su flor que la de la maestra, pero como era muy obediente, tiró su flor a la basura y dibujó una flor roja con el tallo verde.

- Al día siguiente, regresó a la escuela igual de contento que el primer día. Se sentó en su pupitre y la maestra dijo:

- Hoy trabajaremos con plastilina.

El niño se puso muy contento, le gustaba jugar con plastilina y sabía hacer muchas cosas, entonces se puso a darle forma a un perro, a un gato, a un niño y cuando la maestra la vió le dijo:

- Eso no es lo que vamos a hacer, haremos una culebra.

A él le pareció bien, pues también sabía hacer culebras y empezó a darle forma a una que tenía la cabeza muy grande y dos patas. Cuando la maestra se acercó a su pupitre y vio lo que estaba haciendo le dijo:

- Así no son las culebras - y acto seguido tomo un trozo de plastilina y le mostró a todos cómo debían ser las culebras.

A él le gustaba más su culebra que la de la maestra, pero, obediente como era, deshizo su culebra e hizo una igual que la que le habían enseñado.

Al día siguiente nuevamente llegó a la escuela muy contenta y la maestra dijo:

- Hoy vamos a construir una casa usando cubos de madera -  y repartió cubos para todos.

A él le pareció bien porque le gustaba construir cosas, así que, en cuanto le dieron sus cubos empezó a cinstruir su casa, le puso dos pisos y medio y en la mitad que faltaba pensó que quedaría bien un jardín; seguro que esa sería la casa perfecta; pero la maestra se acercó y le dijo:

- Así no son las casas - y ella misma tomó unos cubos y les mostró a todos cómo se hacía una casa.

Como siempre, a él le parecía mejor su casa que la que hizo la maestra, pero nuevamente derribó los cubos y construyó una casa idéntica a la que había hecho la maestra.

Así pasó el tiempo y un día la familia del niño tuvo que cambiarse de ciudad y a él lo inscribieron en otra colegio. El primer día de clases llegó a la escuela ya no tan contento, pero sabía que tenía que hacerlo. Al llegar al aula la nueva maestra, después de presentarse dijo:

- Hoy vamos a hacer un dibujo.

El niño se quedó quieta sin hacer nada. La maestra se dió cuenta y le preguntó:

- ¿No te gusta dibujar?

- Sí... sí me gusta - respondió el niño.

- Y entonces... ¿qué esperas para empezar?

- Estoy esperando que usted me diga qué hacer. - dijo el niño un poco nervioso.

- ¿Cómo puedo saber yo lo que tú quieres dibujar? Cada cual hará el dibujo que quiera.

- ¿Puedo dibujar lo que yo quiera? - preguntó ahora el niño.

- ¡Por supuesto! - exclamó la maestra.

Entonces el niño tomó una hoja de papel y sus colores y dibujó una flor roja con el tallo verde.






domingo, 13 de marzo de 2011

Nuestro sistema educativo no necesita una reforma, necesita una revolución.


“Durante demasiados años hemos fomentado la educación a base de un modelo de comida rápida. Al igual que la comida rápida emprobece nuestra salud, este modelo educativo está empobreciendo nuestro espíritu y nuestra energía”, explica en la ponencia Robinson.
“Tenemos que reconocer que el talento humano es muy variado. Cada uno tiene aptitudes muy diferentes. No vale algo esquemático, estandarizado y lineal. No podemos meter a todos en el mismo saco. Ha llegado la hora de cambiar el modelo industrial por uno orgánico. Tenemos que actuar como granjeros que trabajan para crear las condiciones óptimas”.
Aquí también, según explica, prima la importancia de perseguir algo que te apasiona. “Si haces algo que alimenta tu espíritu, una hora de trabajo pasa en cinco minutos. Si haces algo que no te llena, 5 minutos parecen una hora”.
Robinson termina con un llamamiento a la acción. “Es hora de crear un movimiento”. Palabras que sin duda ayudarán a convencer a más de una de la necesidad de cambio pero hasta que los gobiernos no tomen nota se quedará sólo en eso.

El sistema educativo es anacrónico, es decir, no pertenece a esta época. Estamos siendo educados según valores que se creían importantes en el siglos XVIII y XIX cuando, en plena revolución industrial, se quería educar a los niños para realizar un trabajo en una fábrica durante muchas horas.
¿Por qué se aburren los niños y niñas en el colegio? ¿Por qué llegan al mundo adulto sin tener idea de sus propios talentos y capacidades?

domingo, 20 de febrero de 2011

Filosofía de la inutilidad: consumismo.


 

Este vídeo explica el por qué de nuestra actual vida relacionada con nuestro impulso a consumir. 
Si lo más importante en esta vida no es material, ¿por qué recurrimos a llenar nuestra vida de objetos?

sábado, 5 de febrero de 2011

Redes sociales, ¿un desperdicio de vida?

Las redes sociales ofrecen una forma de vida en la que no necesitas relacionarte en forma física ante una persona y en un principio hace que sea más fácil la relación entre dos personas. Entonces, si es tan fácil, ¿estamos haciendo que nuestras relaciones transformen en una miseria al prójimo?

 Siendo este el punto de partida, podríamos decir que, si en un principio las redes sociales nacieron de la idea de hacer crecer al ser humano como ser social, estamos haciendo evolucionar a nuestra humanidad. Sin embargo, lo que estamos haciendo es crear una realidad falsa en la que mi persona es puesta en un escenario gratuito y con libertad de críticas de la que cualquier persona puede ser partícipe, haciendo que el sujeto sea sometido a prejuicios. Así, este sujeto, forma parte de un universo virtual en el que la interacción humana desemboca en observar los cambios de estado de otras personas. Si es así, ¿por qué desperdiciar nuestro tiempo en observar algo tan subjetivo como la red social de otra persona?

           Nos gusta desperdiciar el tiempo, hacer que pase para llegar a otras actividades que sean más ociosas. Parece ser que los cotilleos están de moda y que uno de los temas más interesantes de los que hablar es lo que comentó alguien sobre cualquier cosa. Al principio nombré al prójimo como miseria porque es en lo que se está convirtiendo al hacer de él algo sin valor que únicamente sirve como pasatiempos infinito. Si el pasatiempos es infinito y no nos retiramos de él, nuestra vida, que podría ser utilizada para otras cosas en vez de entrometernos en asuntos que en un principio nos parecen interesantes, se estará acortando o desaprovechando al hacer de ella algo que además se convierte en rutina. 

        ¿Qué pasa cuando descubrimos que nuestros pasatiempos favoritos no nos sirven de nada? Intentamos cambiarlo por otro que nos sea útil y también nos sirva como actividad lúdica. Nadie aprovecha todo su tiempo, pero el problema no es que se malgaste un poco tiempo, sino que nuestro pasatiempo se transforme en nuestra forma de vida y nos absorba por completo. 



         Si nuestro fin último es hacer que nuestros pasatiempos favoritos se conviertan en nuestra forma de vida, como un fan del baloncesto que quiere dedicarse a ello profesionalmente y para eso necesita muchas horas de entrenamiento, entonces os recomiendo que sí utilicéis las redes sociales para gastar el tiempo que tanto os cuesta desperdiciar.

¿Por qué piden la participación de los jóvenes en los derechos humanos?

        Los derechos humanos están recogidos para todas y cada una de las personas de este planeta. Son conocidos mundialmente, pero como bien es sabido no se respetan ya sea por situaciones políticas tensas, guerras, religiones que no los tienen en cuenta…

Sea como fuere, los derechos humanos están redactados por adultos, entonces nuestra participación en ellos sirve para algo más que aportar simples ideas. No hay ideas escritas por jóvenes que hayan cambiado la constitución de los derechos humanos, así que nuestra opinión, que en principio parecía escuchada, solo se utiliza para mantener las apariencias y expresar un  estado en el que parezca que utilizan nuestras opiniones y las valoran.

Pongamos un ejemplo muy cercano, ¿Para qué sirven las Cortes Jóvenes en las que participamos?

Según la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para esto servirá nuestro “trabajo” en esos dos días:

“Durante estos dos días, las deliberaciones, aportaciones y conclusiones serán tomadas en cuenta por las administraciones regionales a la hora de poner en práctica aquellas políticas transversales que afecten a los jóvenes.” 

¿De verdad se utilizan nuestras aportaciones? o, como he dicho antes ¿Se utilizan este tipo de interés por los jóvenes para mantener las apariencias? ¿Cuándo una persona se considera como una “mente adulta”? Dejemos este tema aparte y pensar vuestras propias conclusiones. Os invito a que investiguéis si las anteriores Cortes Jóvenes se utilizaron para algo.

Nuestra participación es infravalorada y ¿por qué? Porque nos estamos convirtiendo en gente que solamente servirá para ser utilizada como mano de obra, lo que nos está convirtiendo en un “mundo de gente rentable” en el que aceptaremos la sociedad que vamos a heredar porque pensamos ¿qué es lo peor que puede pasar? y lo dejamos estar. Está en la mano de los jóvenes que el destino del mundo cambie dado que menos de un 20% de la población mundial vive con cierta dignidad si utilizamos la constitución de los derechos humanos para expresar su situación.

Si seguimos así nos convertiremos en máquinas utilitarias sin capacidad de razonar, si es lo que queréis, no protestéis, no penséis, solo dejar que os manejen como marionetas para que así no tengáis que pasar por situaciones difíciles. No permitáis que continúe o nos convertirán en lo que quieren que seamos.